Equilibrar la vida personal con una carrera como entrenador de atletismo (EA) en la escuela Division I no es sencillo, pero Scott Oliario, entrenador principal de atletismo y director asociado de medicina deportiva en la Universidad de Carolina del Norte (UNC), encontró una forma, pero no siempre es fácil.
Scott, quien ha sido entrenador de atletismo desde 1995 y ha trabajado en la UNC desde 1998, nos dio algunos detalles sobre cómo él y sus entrenadores de atletismo intentan alcanzar el esquivo equilibrio entre la vida personal y laboral.
Yo no estaba consciente del equilibrio de la vida personal, mucho menos del equilibrio entre la vida personal y el trabajo, en ese momento. Aunque estaba consciente de lo que hacían los entrenadores de atletismo. Como atleta universitario, sabía lo que se exigía de ellos y cuáles eran las expectativas básicas, pero hasta que se desempeñe realmente en esa función, nunca entenderá completamente sus exigencias continuas.
Pero esto era algo que realmente quería hacer. A medida que mi vida cambiaba (matrimonio, hijos, más responsabilidades familiares), mis prioridades cambiaron muchísimo. Y en el camino tuve que replantear mi foco sobre cómo equilibrar mi trabajo y mi vida personal.
Empecé mi carrera en la Universidad Americana. Después de un par de años, me fui a la Universidad de Carolina del Norte, donde estoy ahora. Durante mis primeros diez años estuve con el equipo de fútbol americano, lo que significó largas horas: los días de 14 horas eran normales, especialmente durante la temporada. Eso funcionó para mi esposa y para mí por mucho tiempo, pero después tuvimos hijos y había que extender las horas fuera de la temporada también. El aumento de las expectativas para ese puesto no funcionó muy bien para mí y mi familia en expansión, y necesitaba un puesto que me diera más tiempo para ayudar con mis hijos y mi familia.
Afortunadamente, el apoyo que tuve fue enorme. Se me permitió hacer una transición a un nuevo puesto en el que podía usar mis talentos y habilidades como entrenador de atletismo, pero en el que también tenía un poco más de control del horario.
Parte de eso se debía a los tiempos también. Se abrió una vacante, y la universidad reconoció una oportunidad para crear una situación que beneficiaría a todos a partir de la transición.
Es un poco de ambos. Hace veinte años, si alguien se lastimaba, los trataba y regresaban al juego. Ahora prestamos atención a la prevención, al entrenamiento, la disposición, la preparación, las molestias, el sueño, la nutrición, la recuperación… Consideramos todos los factores no solo para mantener sanos a los atletas, sino también para mantener su rendimiento en el mejor nivel, lo que implica colaborar con sicología deportiva, nutrición, fuerza y acondicionamiento, el equipo de orientación, científicos de ejercitación, todo esto es en parte nuestra tarea.
Y no hemos dejado de evaluar, manejar y tratar lesiones y de trabajar con nuestros médicos y expertos para atender a las personas que se enferman, además de la gente saludable.
Además, debido a la evolución de la comunicación, teléfonos celulares y plataformas digitales, eso ha aumentado las expectativas de cómo servimos y nos comunicamos con los atletas. En el centro de esto se encuentra la creación de límites y pasos para garantizar que tengamos tiempo para comunicarnos con los instructores y el equipo. Debemos tener esa conversación de accesibilidad para diferenciar el contacto emergente frente al urgente. El equilibrio es importante.
Por estos días, estamos cubriendo cada práctica todo el año, ya que los índices de lesiones son básicamente los mismos. Nuestros deportes no paran, independientemente de la estación. Fuera de temporada los atletas se desarrollan y mejoran, de manera que hay una fluctuación constante de la disponibilidad y la necesidad dentro del tiempo/fuera del tiempo, los tipos de cobertura y la atención que ofrecemos.
Hemos sido capaces de cubrir esto con nuestro personal y nuestros estudiantes de posgrado, pero nuestro personal se extiende. Los entrenador de atletismo en muchas escuelas están cubriendo dos o tres deportes por sí solos, y deben tomar decisiones sobre qué deportes cubrir en un día en particular.
El resultado es que, sin importar lo que haga, nunca será suficiente, de manera que tiene que comunicar cuál es su disponibilidad, cómo atenderá y tratará a los atletas, y el tipo de atención que puede ofrecer, con la salvedad de que hará lo que sea necesario para que tengan éxito.
Aunque un par de deportes, como el fútbol americano, tienen sus propias áreas de entrenamiento de atletismo especializadas, efectivamente tenemos una sala de entrenamiento de atletismo principal, que sirve no solo a nuestros atletas a diario, sino también a los estudiantes. Abrimos nuestra sala de entrenamiento de atletismo desde las 8 a. m. hasta las 6 p. m. y tenemos horarios extendidos para cobertura interna. Esto permite que ingresen los estudiantes que pagan el arancel de atención médica universitaria, ya sea si caen en las escaleras o si sufren un esguince en un tobillo en un juego informal de baloncesto. Daremos atención de triage y haremos un seguimiento para entregar atención médica a futuro. También tenemos una clínica de terapia física que está abierta a los estudiantes. Esto proporciona más flexibilidad y más oportunidades para que los atletas reciban atención médica.
Para satisfacer estas solicitudes, tenemos la estructura adecuada establecida. Más importante aún, sin embargo, es que tenemos a las personas adecuadas establecidas. Tenemos gente inteligente, altamente calificada y motivada que desea ayudar. Servimos el uno al otro tal como servimos a nuestros atletas, y cuando hay un conflicto, estamos dispuestos a actuar y a ayudarnos mutuamente.
Aquí es donde el equilibrio entre el trabajo y la vida personal entra en juego. Por ejemplo, no tengo control de cuándo mis hijos se enferman y tengo que retirarlos de la escuela, pero sé que, si eso ocurre ahí, hay personas que pueden atenderlos. Ese espíritu de trabajo en equipo es recíproco en todo el personal.
Nuestros estudiantes de posgrado obtienen una experiencia mucho más amplia en sus dos años de lo que se encuentra en muchos otros lugares, ya que ofrecemos la exposición a los rigores y los desafíos del trabajo; no solo en cuanto al cuidado de estudiantes-atletas, pero en muchos ámbitos de entrenamiento atlético. Muchos de los problemas del equilibrio entre la vida personal y el trabajo suceden cuando salen del "nido" de la sala de clases sin saber realmente lo que va a ser la carga de trabajo.
Una de las cosas más importantes que hacemos, más allá de formarlos para atender atletas, es exponerlos a lo que significa ser un entrenador de atletismo profesional y lo que implica servir a la población universitaria. Eso significa darles un par de tareas clínicas, trabajar con diferentes equipos y compartir responsabilidades junto con las demandas de sus actividades académicas.
También nos permite tener un poco de responsabilidad compartida con las cosas que requieren mucho tiempo, como viajes. Si nuestro equipo de tenis está de viaje, por ejemplo, puede viajar con un estudiante de posgrado en lugar de un miembro del personal, pero el miembro del personal está disponible para ayudar cuando sea necesario.
Nos aseguramos de entregar comentarios y tener conversaciones con nuestros asistentes de posgrado y miembros del personal para hablar sobre sus metas, su visión de la carrera y cómo desean desarrollar y usar cualquier oportunidad disponible que surja.
No podemos olvidar quiénes son como personas. Tienen aspiraciones tanto personales como profesionales, de manera que es importante pensar en ambas cosas en conjunto. Si no es feliz en lo personal, no será feliz en lo profesional. Necesitamos salidas para que las personas puedan ser quienes son como personas y recordarles que hay otras cosas más allá de ser entrenador de atletismo que las hacen únicas.
No me di cuenta de esto completamente hasta que tuve esposa y familia. Cuando uno tiene vida social, las demás personas no están preocupadas de lo que uno hizo en el trabajo, están preocupados de quién eres. Quiero que los miembros del personal sepan que ser un entrenador de atletismo es solo una parte de ellos.
A mis hijos les encanta que sea un entrenador de atletismo. Se divierten mucho en la sala de entrenamiento y en los eventos, y han podido ver y conocer a nuestros atletas y pueden verlos como ejemplo a seguir. Pero no les importa mucho lo que hago, más les importa si estoy disponible para ellos. Tiene que ser capaz de alejarse y ser la persona que quiera ser.
Mi mensaje es generalmente esto: comuníquese con sus instructores y hágales saber que les proporcionará lo que sea necesario para que los atletas tengan éxito. Naturalmente, puede haber diferencias de opinión, pero si muestra a los instructores y atletas que se preocupa, y puede salir de lo tradicional para proporcionar lo que necesitan, eso hará que respeten mucho más su tiempo, de manera que pueda hacer las cosas que necesita hacer para dar lo mejor de sí mismo.
El atletismo universitario es una situación de demostración, no de conversación. Salga de su forma de asistir y desarrolle la confianza, pero también es importante establecer límites. Hay otras cosas en la vida que tendrá que hacer y no puede responder a todo, de manera que el desafío es manejar las responsabilidades: envíe un mensaje que indique que no está disponible y que tiene alguien que atender y manejar alguna emergencia.
Aquí está el panorama general: el equilibrio entre la vida personal y laboral es diferente para cada persona. Es un objetivo en movimiento; a medida que su vida cambia, el objetivo se mueve. Mi familia entiende que, en ocasiones, no estoy disponible, pero programo momentos donde estoy completamente disponible. Necesita la flexibilidad para mover el eje y alcanzar el equilibrio donde lo necesita. Eso puede variar según la persona y según el momento del año.
Afortunadamente, cuando ocurre una emergencia no prevista, nuestro personal está dispuesto y habilitado para asistir y entregar atención. Eso es lo que hace que nuestro personal de Medicina deportiva se parezca más a una familia.